Una vez que ya tenemos nuestro prototipo, es hora de testearlo. Ahora, más que nunca, hemos de comprobar cómo entienden los usuarios este nuevo producto/servicio que ofrecemos. Y llegamos así a la quinta fase del Design Thinking: Probar para innovar.
Probar para innovar, pero sin olvidar que el Design Thinking es un proceso iterativo
La fase de prueba está muy relacionada con la fase de empatía, ya que nuestro objetivo es entender cómo piensa y qué siente el usuario cuando interactúa con nuestro prototipo. No se trata de ver si le gusta o no, sino de entender el por qué le gusta o por qué no le gusta.
Probar para innovar es dejar que los usuarios experimenten con nuestro prototipo y extraer conclusiones. Si vemos que lo entienden y que responde a sus necesidades, es hora de ponerlo en marcha. Si vemos que no lo entienden o que no responde a sus necesidades, es momento de retroceder unos pasos y volver a la fases iniciales del proceso para seguir iterando y mejorando:
- Con la de empatía, nos pondremos en el lugar de los usuarios.
- Con la de definición, analizaremos cuáles son sus necesidades y motivaciones.
- Con la de ideación, echaremos mano de nuestra imaginación para conseguir ideas que puedan ser la respuesta a esas necesidades y motivaciones insatisfechas.
- Con la de prototipado, daremos forma a nuestras ideas y las tangibilizaremos en algo real.
¿Qué hemos de tener en cuenta a la hora de preparar esta sesión de Test?
En esta fase de prueba o de experimentación, nuestro objetivo ha de ser el de conectar con los usuarios y aprender de sus experiencias. Para ello, tendremos que seleccionar al grupo de personas que van a interactuar con nuestro producto/servicio, conectar con ellos y darles un contexto para que puedan llevar a cabo esa tarea, y recoger todo su feedback.
Para seleccionar al grupo de usuarios que van a probar tu prototipo:
Ten en cuenta que han de ser personas en las que confíes, porque estás enseñando un producto/servicio que está sin terminar. Pero también han de ser proactivas, con ganas de dedicar tiempo a la sesión.
Asimismo, no te olvides de que la diversidad es un gran valor a la hora de testear un nuevo producto/servicio… porque ahí es donde te darás cuenta de que lo diferentes que podemos llegar a ser las personas, nuestros pensamientos y nuestra forma de actuar.
Para conectar con los usuarios que van a probar el prototipo:
Recuerda que hay diferentes tipos de prototipos en función de su nivel de fidelidad a la solución encontrada: desde un boceto o un dibujo hasta prototipos más avanzados y desarrollados con software.
Para esta sesión, es importante que los usuarios reciban una pequeña información de qué es lo que van a probar, con qué van a experimentar… Por eso, nuestra recomendación es que acudas a este sesión con varios prototipos (no te limites sólo a uno). Tal y como hemos comentado en el punto anterior, la diversidad es muy importante, y el hecho de contar con varios prototipos puede darnos mucha información de valor acerca de cómo han experimentado los usuarios con ellos.
Para recoger el feedback de los usuarios:
Aunque tengas un prototipo en tus manos, no te olvides de que no es un producto final. No has de «vendérselo» a los usuarios, sino más bien al contrario… Esta sesión es colaboración en estado puro: tú eres quien da unas pinceladas de información, pero ellos son los que van a experimentar con él.
Además de contar con libretas y bloc de notas para recoger sus comentarios, te recomendamos que – si los usuarios te autorizan – grabes la sesión en vídeo. Esto te servirá para volver a analizar sus expresiones, sentimientos y palabras cuando comiences con el resumen de la sesión.
Algunos consejos para abordar la quinta fase del Design Thinking: Probar para innovar
Trata de conseguir que el usuario pueda interactuar con el producto/servicio de la manera más real posible. Es decir, consigue un ambiente lo más real posible… Recrea el ambiente de manera que la experiencia pueda ser lo más fidedigna posible a la realidad.
Recuerda: tu objetivo es probar el prototipo, no a los usuarios. En este sentido, piensa que, tal y como dice el dicho «el cliente siempre tiene la razón». Si el usuario no entiende el prototipo, lo más probable es que hayas pasado por alto alguna de sus necesidades o que el diseño no sea muy intuitivo.
Pon al usuario en contexto a la hora de iniciar la sesión de test. Haz que se sienta acompañado/a en el proceso, pero no te excedas con las explicaciones, o corres el riesgo de que pierda el enfoque.
Observa y recoge todos los datos que te sean posibles pero hazlo de una manera discreta, sin que puedas crear ninguna interferencia que pueda afectar a los usuarios que están probando el prototipo. Si es posible, pide a los usuarios que expresen, en voz alta, sus opiniones mientras están probando el prototipo.
¿Estás trabajando en un proceso innovador? ¿Quieres conseguir un nuevo producto o servicio que satisfaga las necesidades de ese grupo de usuarios que tienes en mente? Si necesitas ayuda para iniciar o para gestionar este proceso, ¡contacta con nosotros!
Y recuerda…
«Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor». .
Samuel Beckett, dramaturgo, novelista y poeta
